Ponerle forma a tu futuro puede ser como ponerle un faro a tu barco en medio de la noche; disminuye esa neblina de incertidumbre que a veces nos rodea y, de paso, hace que esas emociones negativas que nos visitan más seguido de lo que nos gustaría, se tomen un respiro.
Esto, mi amigo, es un chute de confianza para ti y un regalito para tu salud.(Después tendras que hacer el ejercicio de tu vision futura, puedes hacerlo en cualquier orden si gustas)
Y aquí va algo curioso: tener metas claras aumenta un montón tus chances de sentirte bien. La mayoría de las veces, esa sensación de esperanza, de alegría, esa chispa de curiosidad y ese estar a tope con lo que haces, viene de ir a por esos objetivos valiosos. Y no tanto de alcanzarlos, como mucha gente piensa. Porque en realidad en el camino hacia nuestros objetivos es donde producimos emociones positivas, esas emociones que te ayudan a salir de la cama en un día terrible.
Pero, oye, también es súper útil pararse un momento y pensar en ese futuro que de plano no queremos. Todos conocemos a alguien que, por las decisiones que ha tomado, no está precisamente viviendo el sueño. Y seamos sinceros, todos tenemos nuestras debilidades.
Si dejamos que esas debilidades tomen el volante, podríamos acabar en un lugar bastante gris. La mayoría sabemos cómo podría torcerse todo si lo permitimos.
Entonces, ¿qué tal si te tomas un momentito ahora para reflexionar sobre cómo sería tu vida si no te pones las pilas con tus metas, si dejas que esos malos hábitos se hagan bola de nieve, y terminas sintiéndote amargado y resentido?
Imagínate a tres, cinco años en el futuro, si te sales del camino que sabes que es el bueno para ti.
Dale rienda suelta a esa imaginación.
Recuerda esos momentos en los que te has sentido bajoneado en el pasado, cuando te has fallado a ti mismo.
Piensa en esa gente que conoces que no se decide, que se engaña a sí misma o a otros, o que vive enojada o cínica con el mundo.
Piénsalo bien: ¿dónde definitivamente no te gustaría estar?
Déjate llevar mientras escribes, no pongas freno, al menos durante 15 minutos.
Permítete visualizar bien claro ese futuro que no quieres ni en pintura.
PD: este ejemplo a continuacion lo escribí hace muchisimo atras y también lo refine mucho para cuando no queria seguir mi camino, me recordaba con una nota en mi celular de volver a leer esto junto a una música triste, imaginando que la vida no valdria la pena si no salgo de mi infierno y la unica persona que me podría sacar es… Yo mismo. No hay milagro, el milagro debo serlo yo.